5 mitos sobre la energía solar fotovoltaica
La energía solar fotovoltaica ya forma parte del presente. Y por supuesto será clave en nuestro futuro. Aun así continúan habiendo muchos mitos sobre la energía solar. Te los contamos y desmentimos.
1. Los paneles fotovoltaicos son muy caros. MITO.
Las placas solares fotovoltaicas actualmente no son caras. Son muchas las subvenciones que permiten que el precio de las instalaciones se reduzca de forma considerable. Por una parte, muchos ayuntamientos bonifican el IBI de la vivienda donde se hace la instalación durante años. Por otra, en el año que se realiza el montaje de las placas se puede desgravar hasta un 40% del gasto en la renta. Y por supuesto, la energía solar fotovoltaica reduce la factura de la luz hasta un 60%. Por ello, con la fotovoltaica inviertes hoy y ahorras para siempre.
2. Su rendimiento en invierno es bajo. MITO.
En España no sufrimos de climas extremos. De hecho, el clima de nuestro país es suave en invierno y este es idóneo para que el sistema funcione con máxima capacidad y potencia. Además, contamos con un número de horas de sol muy elevado, alrededor de 2500 cada año y, por tanto, estamos en uno de los mejores lugares de Europa para pasarnos al autoconsumo.
3. La instalación es larga y se necesita mucho “papeleo” para tramitarla. MITO.
En Acquaener nos encargamos de absolutamente todos los trámites, desde los permisos de obra hasta la gestión de las subvenciones. En cuanto a la instalación, suele realizarse en un mismo día cuando se trata de viviendas.
4. Las placas solares necesitan cuidado y mantenimiento. MITO.
Sentimos fastidiarles el trabajo a algunas empresas que venden sus servicios de limpieza de placas… Pero las placas NO necesitan ningún mantenimiento. El agua de la lluvia es más que suficiente para que se mantengan sin polvo. ¿Y si no llueve? El mismo propietario puede quitar las motas de polvo con agua 1 o 2 veces al año.
5. Cuantas más placas, mejor. MITO.
El número de placas que se necesiten en tu vivienda dependerán de muchas variables: dónde vives, la orientación de tu casa, tus hábitos de consumo… Pero lo que está claro es que no necesitas más placas de las que cubran tu consumo. El motivo es muy claro. Vas a pagar unas placas que no necesitas.
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